Immobile, Graziani y la maldición del último minuto

Un 19 de abril de 1974 debutaba Graziani con Italia. El mismo día, cuarenta años después, Ciro Immobile, con su internacionalidad con la azzurra recién estrenada, ha marcado su gol número 20 con la maglia granata, una cifra que nadie alcanzaba en el Toro en serie A desde el propio Francesco Graziani en la temporada 1976/1977, en la que firmó 21 tantos en la campaña posterior al último Scudetto del club. El nueve napolitano va lanzado hacia Brasil y hacia e capocannoniere.

Como entonces Graziani, Ciro es un boleto ganador, el pasaporte para Europa del equipo con sus goles de oro puro. Su zarpazo devastador en el 84' parecía cerrar el partido en Roma contra la Lazio y dar los tres puntos al Toro, que hubiera igualado de esta manera a Parma y Milan en la tabla. Pero no. Lástima de últimos minutos de partido. Otra vez como contra el Milan en la jornada 3ª, contra la Samp en la 7ª, en Cagliari en la 12ª, contra el Napoli en la 28ª, contra la Roma dos jornadas después y esta última vez, de nuevo en la capital. 9 puntos que se han ido al limbo en los últimos 5 minutos de los partidos y que tendrían al Toro por delante del Inter y muy cerca de la Fiorentina en la clasificación, con la plaza europea prácticamente en el bolsillo. Ahí es nada.

La fortuna se empeña en ser cruel con el Torino pero los granata sabemos encajar los golpes como el mejor de los boxeadores y sobreponernos a la adversidad sin caer nunca a la lona. Con Ciro en un estado de forma y goleador bestial y estratosférico y con un Cerci motivado y participativo –contra la Lazio se echó en falta su presencia para guiar los contragolpes con su calidad- en los cuatro partidos que quedan, el sueño está a solo dos puntos y su canto sigue resonando muy cerca. Tanto que, a veces, casi se puede tocar.